Hay una frase que escuché de niño que dice »El perro sabe, pero no sabe que sabe» de Pierre Teilhard.
Para un niño es un trabalenguas y, si bien entendés, no sabés realmente qué quiere decir. Ya en la adolescencia entendí a que iba esta frase pero, me generó más preguntas.
En un momento creía saberlo todo sobre perros y cómo adiestrarlos, grave error. Aún en esos momentos, esta frase, resonaba en mi cabeza todos los días. Un buen día me di cuenta de que la teoría no es palabra santa y que no estoy obligado a hacer lo que mi moral me prohíbe. Aunque el resultado sea aparentemente el correcto.
Seguía sonando esa frase todavía. »El perro sabe»… obvio que sabe, cómo no va a saber si nos acompaña desde que vivíamos en cuevas, o casi. »Pero no sabe que sabe», esto podría ser materia de discusión pero, yo si sé que el perro siente. Y como sí estoy seguro de que el perro siente, y ahora la ciencia nos lo confirmó, entonces sí me pongo en el lugar de él.
Si el perro sabe y siente, entonces trátalo con el mismo respeto que te gustaría que te traten a vos. ¿O acaso por ser perro se merece un trato menos respetuoso?.
No sé si es conductismo o cognitivismo, si condicionamiento clásico u operante, pero trátalo con respeto. No le hagas cosas que van en contra de tu moral. No justifiques el maltrato con una teoría super elaborada y palabras rebuscadas donde lo único que importa es el resultado final. ¿Y el proceso? ¿El fin justifica los medios?.
Ponete dos segundos en el lugar del perro antes de dar una orden, de dar una corrección o de dar una recompensa. Hacelo, porque los prejuicios son muy difíciles de erradicar y es muy probable que no estés haciendo lo que tu moral te indicaría como correcto.
»El perro sabe, ¿pero sabe que sabe?». Después de vivir 40 años con perros estoy cada día más convencido de que sabe más de lo que creemos que sabe.